En los últimos días, se ha conocido dentro del gobierno de España la posibilidad de un atentado en contra del país, que sumado a la posibilidad de la llegada del supuesto “Gran apagón”, causaría graves daños al país.
Esta sospecha nació con el reciente cierre del gasoducto del Magreb. España adquiría la mayor parte de sus reservas de gas natural a través del gasoducto del Magreb, el cual fue cerrado el pasado mes de noviembre, provocando que las únicas formas de hacer llegar el gas a España fuesen a través del gasoducto del Medgaz conectado con Argelia o el transporte de este gas, licuado, a través de buques metaneros. Esta última medida supone un encarecimiento de los costes en el transporte y por lo tanto un aumento del precio de dicho gas.
Por tanto, ante la subida del precio del gas si su transporte se realizará en barco reduciría las opciones de llegada de gas a España, únicamente, al gasoducto de Medgaz. Fuentes oficiales exponen que este atentado tendría como objetivo desabastecer a España del gas natural, lo que provocaría la imposibilidad de tener calefacción en las casas, disponer de agua caliente, así como la paralización de un gran número de industrias que se abastecen de esta fuente de energía (fertilizantes, azulejos…).
Es cierto que el gasoducto transita en su mayor parte por debajo del mar, pero en el tramo entre Beni Saf y el yacimiento de Hassi R`Mel, en Argelia, se encuentra en la superficie. Pese a las grandes medidas que se utilizaron para su protección, este gasoducto es accesible y, únicamente con manipular una parte del recorrido del gasoducto del Medgaz, las consecuencias serían enormes. Además, la dificultad para arreglar dicho gasoducto retrasaría el suministro por horas o incluso días.
Las autoridades españolas ya trabajan para aumentar la seguridad del tramo superficial del conducto, ya que esta posibilidad de atentado, sumada a la posible llegada del gran apagón, generaría una catástrofe en el país, ya que quedaría desabastecido de toda fuente que no fuera renovable. Estas fuentes de energía renovables, aparte de no ser suficientes para afrontar la demanda de energía del país, dependen de otros factores como que haga sol, viento… lo que no genera ningún tipo de seguridad al gobierno español.
En realidad, la incertidumbre de si este atentado ocurrirá o no aparece, ya que la única fuente actual de gas natural para España es el Medgaz. Si de otra forma, como ya hizo Francia, España contara con alguna central nuclear, que le permitiera autoabastecerse, el riesgo y el miedo ante este atentado sería mínimo ya que el país no sufriría grandes daños.
Por lo tanto, la solución ante estos problemas sería la creación de otras fuentes de energía independientes de la electricidad y el gas o la consecución de otros medios para hacer llegar el gas a la península Ibérica.
Entre las consecuencias que podría causar este atentado, en el caso de que sucediera, se encuentran las siguientes: